En este blog desarrollaremos la exploración de los reflejos neurológicos.
El contenido está dirigido a todos los estudiantes y profesionales de las ciencias de la salud que estén interesados en este tema.

lunes, 4 de octubre de 2010

Evaluación

Al evaluar los reflejos se debe de tener siempre relajada la parte del cuerpo que se examina. También es importante aplicar en ambos lados la misma intensidad de estímulo, así como emplear el martillo de reflejos de forma adecuada.
Se comparará en ambos lados la rapidez y la fuerza de contracción evocadas por el reflejo examinado.

Reflejos profundos:
Reflejos osteotendinosos podemos encontrarlos normales; disminuidos o abolidos en cualquier lesión de unos de los elementos del arco reflejo, neurona aferente, neurona eferente, médula o el propio músculo asimismo las lesiones suprasegmentarias. Aumentados en lesiones crónicas de las vías corticomedulares sobre todo de la vía piramidal.
Los reflejos profundos se incitan al golpe secamente sobre un tendón o una prominencia ósea, provocando el estiramiento repentino de ciertos músculos y la contracción de los mismos.
Se debe intentar provocar rutinariamente el clonus aquíliano (flexión y extensión del pie, rápida y continua): tiene lugar al flexionar bruscamente el pie en dirección dorsal. Un clonus aquiliano que se extingue rápidamente es, en muchas ocasiones, normal.

Reflejos patológicos
El signo de Babinski es el más importante de los reflejos patológicos y es uno de los signos más valiosos en neurología. La provocación del mismo debe de hacerse con cuidado y ha de interpretarse adecuadamente. La estimulación del pie de manera inadecuada puede provocar en el paciente una reacción voluntaria de los dedos del pie, que puede confundirse con el signo de Babinski. No existe signo negativo de Babinski y es por ello incorrecto referirse a un Babinski positivo. La mejor terminología será referirse a un reflejo flexor o extensor plantar.

Fuente: neurocirugia.com

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